En el escenario actual que vivimos de una sociedad hiperconectada y multidispositivo en la que la información nos llega a velocidades de vértigo y en cantidades impensables hace apenas unos años; en el que la vida y los negocios se desarrollan off y online de forma paralela y en el que la opinión de los usuarios en los medios sociales genera debate, conocimiento e inteligencia colectiva y colaborativa, todo apunta a que no incorporar nuestros despachos al entorno digital no sea ya una opción.
Sin embargo, muchas son las dudas que se suscitan al respecto en el sector jurídico empresarial. Es por ello que conversamos sobre el nivel de preparación con el que, con carácter general, cuentan los despachos y empresas del sector jurídico para trabajar con eficacia el entorno digital, así como las pautas necesarias para diseñar una estrategia digital y plan de comunicación que les lleve a ver cumplidos los objetivos propuestos a corto y medio plazo, sin olvidar las directrices de medición en constante proceso de mejora de las acciones diseñadas para ser ejecutadas en un entorno en constante cambio.
La mayoría de quien trabaja el marketing y comunicación digital en el sector jurídico observamos que todavía una gran mayoría se lanza al entorno digital sin tener claramente definido el público objetivo al que dirigirse, sin establecerse objetivos medibles a corto y medio plazo, comunicando por y para el sector jurídico, en un lenguaje en ocasiones en exceso técnico e incomprensible y sin acercarse, por tanto, al cliente potencial en la red que, dicho sea de paso, no es el sector jurídico y está buscando soluciones a sus consultas legales en internet. El cliente está buscando encontrarnos por nuestra especialidad más diferenciada, y lo hace a través del contenido de valor que ofrecemos en la red.
El marketing de contenidos es actualmente uno de los pilares más importantes sobre los que se sustentan las estrategias de marketing digital en el sector jurídico empresarial. Sin embargo algunos despachos no acaban de ver claro cómo puede ayudarles a la generación y crecimiento de su negocio.
Ser didácticos e interactivos con el usuario en el entorno digital y social media es una forma no invasiva de vincularle a nuestra marca personal como profesionales o a la del despacho. Seguramente no por ello vamos a obtener un asunto de forma directa, pero sí vamos a conseguir que ese potencial cliente nos recuerde como referente en una rama de especialidad, experiencia y, sobre todo, generosidad en la generación de la información que está buscando.
El uso de un lenguaje flexible en nuestras estrategias de marketing de contenido así como el uso de la imagen en el desarrollo de una atractiva estrategia digital web y social media, y la utilización de keywords o palabras clave empatizando con cómo puedan estar buscándonos en la red, resultan vitales en la actualidad no sólo para una óptima visualización ante nuevos mercados y clientes, sino incluso para potenciar la fidelización del cliente real, el cliente que ya lo es.
Los motores de búsqueda indexan contenido y ayudan a posicionar a las páginas que contienen palabras clave de interés para el usuario. Lo inteligente es hablar el mismo idioma que nuestros clientes más allá de que seamos muy capaces de escribir en un vocabulario extremadamente jurídico y doctrinal. El cliente busca información que le haga comprender que si acude a nuestros despachos vamos a poder gestionar esa información y solventar su posible inconveniente o prever soluciones a sus proyectos, no necesariamente nos va a admirar por lo bien que hablamos “abogadés” si no nos comprende, o si le trasladamos a leer sentencias y artículos legales completos.
Con el uso de un idóneo lenguaje los motores de búsqueda indexarán nuestro contenido permitiendo, además, visualizarnos ante usuarios de cualquier parte del mundo, pasando quizás a formar parte de nuestra red de contactos.